Consejos para cuidar tu orquídea
RIEGO: un pocillo de café cada 10 días, nada más. El sustrato (que es tierra o turba con nutrientes) tiene que estar húmedo, ni muy mojado ni muy seco. Una forma de verificarlo es introduciendo un dedo hasta el fondo de la maceta. Si sentís que la tierra está húmeda, está perfecto, no importa que la parte de arriba esté seca. Tené cuidado con el exceso de riego, porque se puede pudrir la raíz.
LUZ Y TEMPERATURA: es una planta de interior que necesita luz natural. Cuando se le caigan las flores, llevala a un lugar más frio por 6 a 7 semanas (puede ser el lavadero o la cocina, por ejemplo), así siente el cambio de temperatura. Pasado ese tiempo, devolvela a su lugar original. Esto es importante para que el ejemplar sienta el cambio de estación.
FLORES: pueden durar de 1 a 4 meses, según la cantidad de pimpollos que tenga la planta. Cuando las flores se caigan, cortá al ras el tallo floral. De esta manera dejás espacio para que crezca uno nuevo con flores más fuertes.
SANIDAD: Si ya no tiene flores, ¿cómo te das cuenta de que tu orquídea está sana? Corroborando que las hojas se mantengan verdes y carnosas. Si se ponen amarillas, babosas o se caen, probablemente la orquídea tenga algún hongo o esté padeciendo falta de agua o de luz natural.